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¿Tengo que o quiero…?
Poderosa pregunta.
A veces nos olvidamos de la fuerza que tienen las palabras. Lo constato cada día con mis clientes. Nos hemos acostumbrado a decir: “tengo que trabajar muchas horas”, “tengo que estar más con mis hijos”, “tengo que llamar a mi madre”. Un montón de “tengo que” llenan nuestra mochila.
Cuando me digo a mí misma “tengo que…” internamente lo siento como una “orden”, un callejón sin salida, no hay opciones, y ese pensamiento consciente o inconscientemente me resta energía.
Cuando me planteo ¿quiero o no quiero hacer…?. Me permito VER que hay más de una posibilidad, puedo hacerlo yo ¿o puede hacerlo otra persona? ¿realmente es imprescindible hacer esa tarea? ¿puedo sustituirla por otra? ¿hacerla en otro momento o de otra forma?, OPCIONES, más opciones, y cuando me decido por una de ellas, valoro “los pros” y acepto “los contras”, y la abordo satisfecha y con energía, pues me siento libre.
Ninguna “fuerza extraña” y ajena a mí me obliga a actuar. Yo decido.
Sherlock Holmes y Dr. Watson: el poder de la escucha
Iniciar un proceso de coaching no es fácil.
Supone aceptar que deseamos alcanzar un objetivo o tenemos una dificultad y estamos buclados, sin saber por dónde tirar.
Como bien sabe Sherlock Holmes: “Nada aclara tanto un caso como exponérselo a otra persona”.
Y no es precisamente porque él no tuviera una mente brillante, ¡que la tenía!. Ahora bien, “necesitaba” un “escuchador”, al Dr. Watson, para sacar el máximo partido de su capacidad analítica y habilidades deductivas.
Ahora que empezamos un nuevo curso escolar, te animo a que te plantees qué quieres realmente (de verdad, no de “boquilla”) que sea diferente este año y si piensas que te vendría bien trabajar el tema con alguien, escríbeme, estaré encantada de ser tu Watson particular, me encanta escuchar y ser testigo de los descubrimientos de mis clientes.
Aprovecho esta ocasión para agradecer a aquellos de mis clientes que me mandan su experiencia (testimonios), porque sin duda, dan claridad sobre lo que el coaching y yo aportamos y animan a otras personas a lanzarse a probarlo. ¡¡MIL GRACIAS!!
Imagen: “Paget holmes” by Sidney Paget (1860-1908) – Strand Magazine. Licensed under Public Domain via Commons – https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Paget_holmes.png#/media/File:Paget_holmes.png
Poder o no poder, esa es la cuestión
En coaching sabemos, que cuando nos planteamos conseguir un objetivo, la mayor parte de las veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.
Pensamientos del tipo: “no, si yo no puedo”, “no me lo merezco”, “es muy difícil”, “yo nunca tengo suerte”, “ya lo he intentado”, “esto no es lo mío”, “para qué esforzarse si luego seguro que no sale”, etc. nos vuelven inseguros y nos restan la energía que necesitamos para actuar de forma creativa, para generar un plan A, un plan B y uno C, D… si los anteriores no funcionan. Nos restan energía para trabajar para conseguir lo que deseamos y perseverar aunque los resultados no sean inmediatos.
Hoy te invito a que leas el cuento que pongo a continuación (procede del libro: “Déjame que te cuente (Recuentos para Damián)” de Jorge Bucay. Me ha resultado muy inspirador, espero que te sirva la próxima vez que pienses “¡no puedo!”:
Chismes, críticas y otras lindezas
En ocasiones, personas bienintencionadas acuden a nosotros iniciando así la conversación…: “no te va a gustar, pero creo que es mejor que sepas lo que XX va diciendo de ti…”.
Pues bien, ya en Grecia, unos 400 años A.C., Sócrates, famoso filósofo por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos, nos regaló la siguiente reflexión:
