En ocasiones, personas bienintencionadas acuden a nosotros iniciando así la conversación…: “no te va a gustar, pero creo que es mejor que sepas lo que XX va diciendo de ti…”.
Pues bien, ya en Grecia, unos 400 años A.C., Sócrates, famoso filósofo por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos, nos regaló la siguiente reflexión:
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
-¿Sabes Sócrates lo que acabo de oír de uno de tus discípulos?
-Antes me gustaría que pasaras la prueba del triple filtro. El primero es el de la Verdad. ¿Estás seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-Me acabo de enterar y…
-… es decir, que no sabes si es cierto. El segundo filtro es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno sobre mi discípulo?
-Todo lo contrario.
-Entonces, quieres contarme algo malo de él sin saber si es cierto. No obstante, aún podría pasar el tercer filtro, el de la Utilidad, ¿me va a ser útil?.
-No mucho.
-Si no es cierto, ni bueno, ni útil, ¿para qué contarlo?
Imagen: Por cortesía de SalvatoreVuono/Freedigitalphotos.net