Hace 10 años mi vida profesional cambió por completo.
Hace 10 años me incluyeron en un ERE. No se tuvo en cuenta mi experiencia profesional en la empresa (18 años trabajando en diferentes puestos, liderando proyectos y equipos), y mucho menos lo que yo opinaba al respecto.
El golpe fue duro. De repente me sentí rechazada y nada valorada ni profesional ni humanamente. Ahora, aunque suene “raro”, a la semana me sentí profundamente aliviada.
No, yo no habría tenido fuerzas para dejar un trabajo seguro en el que controlaba totalmente el contenido por el deseo de dedicarme a algo que en ese momento me atraía muchísimo y para lo que ya me estaba formando en mi tiempo libre (el coaching), y el ERE fue el empujoncito que necesitaba…
Hace 10 años tomé la decisión profesional más difícil de mi vida. Decidí dejar el camino conocido y apostar por tomar uno nuevo que “me llamaba a voces”.
Hace 10 años decidí hacer caso a mi intuición, y, con el apoyo incondicional de mi marido y familia, aposté por formarme a tope como coach e iniciar un proyecto por mi cuenta…
Los primeros años fueron duros ¡claro!. Empezar de cero en un sector absolutamente desconocido para mí, en un trabajo también nuevo y en soledad…
Ahora, tuve personas que me impulsaron de forma especial en los inicios: Juan Antonio Tubío Capel ¡socio y amigo!, Denise Zarruk Vargas, mentora, amiga y la persona que apostó por mí cuando nadie me conocía, Bibiana Infante Cano (con la que realicé mi primer taller de Disciplina Positiva) y Beatriz Arroyo y el equipo de Escuelas Católicas que me dieron la oportunidad de dar a conocer la Disciplina Positiva a muchísimas personas dedicadas a la educación.
Inicié mi camino en las escuelas Escuelas Infantiles El Mundo de Mozart (y aún sigo allí compartiendo!) donde fui desarrollando habilidades y capacidades que no era muy consciente que tenía (formando al equipo docente en comunicación efectiva, desarrollo personal, liderazgo, Disciplina Positiva, etc. y acompañando a familias en la educación de sus hijos en talleres y cursos).
Nota: Imagen realizada por mi hija Marta ¡toda una artista!
Y la rueda empezó a girar, los clientes de coaching a aparecer gracias al “boca a boca” pues no llegué a desarrollar un plan de marketing y comunicación “en condiciones” (las redes sociales son aún mi asignatura pendiente) y las formaciones de Disciplina Positiva a encadenarse…
Y llegué al colegio Colegio La Presentación Madrid (mayo 2017). Allí también me abrieron las puertas, me acogieron “como una más del equipo” y empezamos el proceso de implantación de Disciplina Positiva en el cole que, a fecha de hoy, seguimos desarrollando…
Hace 10 años cambió mi vida profesional y ahora, me gustaría celebrarlo contigo… ¿Te apuntas?
¡Atent@ a mis publicaciones! En breve te lo cuento…
Una de las cosas que más me gusta del coaching es que me enseñó a no “presuponer”, “interpretar” ni “juzgar” y generar preguntas de curiosidad muy potenciadoras…
Bueno, la capacidad de juicio es imposible anularla del todo porque va asociada a nuestra condición de ser humano: percibimos y, casi automáticamente, generamos una opinión al respecto (me gusta, me disgusta, me interesa, no me interesa, lo asocio a…, etc.).
Ahora bien, siendo conscientes de todo esto, podemos distanciarnos de nuestras percepciones y juicios y escuchar a los demás de forma más “limpia”.
Como por ejemplo: se “supone” que las vacaciones “siempre van bien”.
Nos “venden” que las vacaciones tienen que ser idílicas, maravillosas…
Muchas personas se pasan todo el año esperando ese viaje tan deseado o esos días especiales para hacer “tantas cosas que no se puede hacer trabajando”, pero… las cosas no siempre salen como nos gustaría.
¡Pueden ocurrir tantas cosas en verano!
Yo, desde hace ya un montón de años, después de cada verano, cuando me reencuentro con una persona que no veo desde antes del verano, le miro a la cara con atención y pregunto “algo así”: “¿cómo estás? ¿has tenido vacaciones?”, “¿has descansado, disfrutado y renovado la energía?”.
Y ¡qué importante es poder expresar cómo nos sentimos después del verano y cómo volvemos “a la rutina” (eso si “tenemos rutina” y “volvemos a ella” que eso ya son también “presuposiciones”, ¡claro ;)!.
Por eso, te invito a reflexionar sobre cómo estás en este “final de verano” y me encantará que lo compartas conmigo.
Preguntas:
Con respecto a las 3D’s: este verano, ¿cuánto sientes que has…? (Nada, poco, mucho, muchísimo)
– Desconectado
– Descansado
– Disfrutado
¿Cuánta energía sientes que tienes actualmente? (Nada, poca, mucha, muchísima).
Si en estos momentos no estás de vacaciones ¿Con cuánta ilusión abordas tu trabajo y/o tareas cotidianas actualmente en el día a día? (Nada, poca, mucha, muchísima).
¿Tienes plan de AUTOCUIDADO? Sí/No
¿Tienes objetivos profesionales concretos, claros, asequibles y motivantes para los próximos 6 meses? Sí/No
Si has contestado “No” a las preguntas del Plan de Autocuidado y objetivos para los próximos meses… te animo a que busques un tiempo para definirlos pues estos dos elementos son CLAVE para que puedas alcanzar el éxito profesional y disfrutar de tu vida a tope…
Esta frase me la enseñaron a los 13 años y me ha acompañado y ayudado a lo largo de mi vida.
Sí, todos tenemos días malos, he incluso temporadas malas. Momentos difíciles en los que lo vemos todo negro, muy negro, e incluso no vemos solución a cosas que realmente sí la tienen y sólo tenemos ganas de llorar y “tirar la toalla”.
Bien, no te niegues ese momento, reconócelo, acéptalo, vívelo y en cuanto puedas, ponte a pensar:
— ¿Qué me puede ayudar a LEVANTARME de nuevo?
— ¿Cómo RECUPERAR mi energía?
— ¿Cómo he hecho otras veces para AUTOMOTIVARME y seguir adelante?
— ¿Qué cosas necesito CAMBIAR en mi día a día para evitar otras caídas?
Y recuerda, es fundamental que te fijes en las pequeñas acciones, pon tu energía en aquello que está a tu alcance aquí y ahora (no sólo en vacaciones).
Estoy convencida de que si dedicas un rato a responder estas preguntas, encontrarás las estrategias y acciones que mejor te funcionan a ti, y si no, necesitas un coach :).