Las mujeres, la culpa y cómo deshacernos de ella

 

¿? Ando tiempo dándole vueltas a una pregunta… ¿por qué una persona siente culpa cuando aparentemente no ha hecho nada malo?

 

La culpa tiene su origen profundamente arraigado en la historia de la humanidad y está influenciado por una combinación de factores religiosos, filosóficos y sociales.

Pero para empezar, definamos de forma sencilla qué es la culpa:

  • ✴️ En el ámbito legal, la culpa se refiere a la responsabilidad que tiene alguien por haber cometido una infracción o delito. Se utiliza para determinar si una persona es responsable de un acto ilícito y, por tanto, debe asumir las consecuencias legales de sus acciones.

 

  • ✴️ En términos psicológicos, la culpa es una emoción que surge cuando una persona se da cuenta de que ha actuado de manera contraria a sus propios valores o a las expectativas sociales, lo que puede generar remordimiento, arrepentimiento o malestar.

 

  • ✴️ Y metafóricamente, para mí la culpa es una garrapata que se te engancha en la piel y de la que cuesta mucho deshacerse…

 

? Hoy me interesa ahondar en el sentimiento de culpa que sentimos las mujeres no como responsabilidad ante una infracción o delito objetivos, sino como emoción fruto de un sistema de creencias construido en la más tierna infancia y que rige nuestra forma de interpretar los mensajes que recibimos y los hechos que nos ocurren.

 

? Ahí va la pregunta de “fondo” ¿por qué las mujeres tendemos a sentir más culpa que los hombres sin actuar mal?

Se lo he preguntado a mi “nueva amiga” la IA y esto es lo que me ha contado ?:

Las mujeres tienden a sentir más culpa que los hombres debido a una combinación de factores culturales, sociales y psicológicos. A continuación están los puntos fundamentales resumidos por mí:

 

➡️ Socialización de género y condicionamiento cultural: De generación en generación, las mujeres han sido educadas para ser empáticas y cuidadoras, lo que las hace más propensas a sentir culpa si no cumplen con estas normas y roles impuestos.

 

➡️ Expectativas sociales y perfeccionismo: La presión para ser “perfectas” genera autocrítica y culpa cuando no se alcanzan objetivos ciertamente irreales.

 

➡️ Responsabilidad emocional: Se espera que las mujeres sepan mantener el bienestar emocional de los demás, lo que las hace sentir culpa cuando no lo consiguen.

 

➡️ Autocrítica y sensibilidad: Las mujeres son más autocríticas y sensibles a las opiniones, lo que aumenta su tendencia a experimentar culpa.

 

Interesante ¿verdad?. Ahora, no basta con conocer las razones que nos impulsan a sentir culpa sin “merecerla” realmente, es FUNDAMENTAL saber cómo podemos liberarnos de ese sentimiento desagradable y bloqueante que nos hace sufrir de forma absolutamente innecesaria e improductiva…

 

Entonces, ¿qué podemos hacer para librarnos de la culpa y ser más felices?

 

✔️Aquí van mis propuestas:

 

1️ Cuestionar las normas culturales: Identificar las expectativas sociales que generan culpa y desactivar su impacto en nosotras.

 

2️ Desarrollar la autoaceptación: Practicar la autocompasión y aceptar nuestras imperfecciones ¡la perfección no existe!

 

3️  Establecer límites: Aprender a decir “no” y tener en cuenta también nuestras propias necesidades.

 

4️ Reprogramar nuestra mente: Reemplazar creencias culturales basadas en responsabilizarnos continuamente del bienestar y felicidad de las personas que nos rodean por pensamientos que nos recuerden que cada persona es responsable de su propia vida y que ¡nosotras también tenemos derecho a descansar y disfrutar de la vida!.

 

5️ Elegir las “compañías”: Rodearnos de personas que nos respeten, valoren y con las que tengamos una relación equilibrada de dar y recibir.

 

6️ Tomar consciencia de qué nos impulsa a actuar: Cuando realizo acciones encaminadas al bienestar de otras persona preguntarme ¿lo hago por amor o por “obligación”?.

 

7️ Autoreconocernos: Darnos reconocimiento ante todo lo que aportamos a los demás en vez de poner el foco en que “siempre podemos hacer más”.

 

8️ Definirnos un plan de Autocuidado: Definir actividades concretas, asequibles y motivantes a realizar de forma periódica para cuidar de nosotras mismas y recordarnos que ¡nosotras también somos importantes!.

 

¿Qué te parece? Estoy segura de que estas estrategias te ayudarán a mejorar tu bienestar emocional y conseguir relaciones sanas, felices y libres de la culpa impuesta por normas sociales ancestrales.

 

¡Me encantará saber tu opinión!

 

P.d. Si aún no la has visto, te recomiendo ver la película: “La boda de Rosa”. Inspiradora.

 

4 “Bienestar personal y vivir en positivo: ¿te valoras o te criticas?”

Nuestro diálogo interno tiene mucho poder en nosotros. Hay personas que sin darse cuenta, son sus “peores enemigos”. ¿Te dices frases del tipo…?:

 

“Soy un desastre”, “otra vez lo he hecho mal”, “no voy a conseguirlo”, “es que yo no valgo para eso…”, “soy así y no puedo cambiar”, “normal que nadie se fije en mí”, “soy un caso perdido”…

 

Nuestras creencias sobre nosotros mismos DETERMINAN nuestra capacidad para avanzar, superar retos y alcanzar objetivos.

 

El tema de las creencias es muy muy profundo y potente, así que, si sientes que tienes un problema importante en este sentido, te invito a que lo trabajes con un profesional (los coaches tenemos mucha experiencia en este ámbito).

Ahora, si ese no es tu caso pero te vendría bien mejorar tu autoestima, sigue leyendo…

 

Reflexión: Cómo nos vemos, hablamos y valoramos a nosotros mismos tiene un gran impacto en nuestro estado de ánimo cotidiano.

 

Herramienta: ¡Seguimos con la “Regla del 3”! Para esta semana, te propongo:

Al acabar el día: escribe 3 cosas que hayas hecho de las que te sientes SATISFECH@

 

 

Próxima semana: cerramos este ciclo. Me encantará que me cuentes qué te está pareciendo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3 “Bienestar personal y vivir en positivo: ¿conectas o desconectas?”

 

¿Conectas o desconectas? Esta semana nos vamos a proponer incrementar el número de microconexiones personales para compartir amor y felicidad. Sí, sí, como lo oyes. Es bien sencillo ¡ya verás!.

 

Reflexión: Somos seres sociales.

Cada día decidimos relacionarnos (o no) y compartir pequeños momentos de conexión (ej. el saludo al entrar en una tienda, un desayuno compartido, una sonrisa franca, un rato de conversación, etc.).

Cuantas más microconexiones vivamos, mayor será nuestro sentimiento de bienestar y felicidad. Barbara Fredickson ha investigado mucho sobre ello y lo explica con claridad en el vídeo que te recomiendo.

 

Herramienta: Para esta semana, te propongo:

Al acabar el día: recuerda 3 momentos de microconexión que hayas experimentado.

 

▶ Contenido complementario: Remaking love: Barbara Fredrickson at TEDxLowerEastSide

(12 min)

 

Me encantará que me vayas contando cómo te va con este sencillo reto semanal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 Bienestar personal y vivir en positivo: ¿vaso medio lleno o medio vacío?

¿Te fijas más en lo que tienes o en lo que te falta?

A veces ponemos el foco en lo que no tenemos y “condicionamos” nuestro bienestar y felicidad a conseguir esas cosas (el coche de marca XX, unas vacaciones “de ensueño”, pareja, hijos, etc.).

 

? Reflexión: Vivir en “modo agradecido” nos permite poner el  foco en las cosas que tenemos (en vez de en las que no tenemos) y tiene muchos beneficios para nuestra salud corporal, mental y emocional.

 

? Herramienta: Esta semana seguimos con la Regla del 3. Te propongo:

Al empezar el día: DAR GRACIAS por 3 “cosas” que tengas importantes en tu vida (ej. piernas, brazos, ver, oír, trabajo, casa, familia, etc.).

 

▶ Contenido complementario: TED sobre ” El poder de la gratitud ” de David Steindl-rast

(14 min).

 

Me encantará que me vayas contando cómo te va con este sencillo reto semanal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Bienestar personal y vivir en positivo: ¿Iluminas o vas fundido?

Importante ¡OJO!: Si a menudo experimentas angustia o mucha ansiedad te recomiendo que acudas a un profesional de la salud (preferentemente psicólog@).

 

Ahora bien, si ese no es tu caso y sin embargo, sientes que vas “fundido por la vida” debes saber que:

 

El cerebro humano está programado para la supervivencia, por eso “tiende” a fijarse en los peligros y en las cosas negativas para protegernos. Ahora bien, a veces, se concentra innecesariamente en esta tarea y se pierde muchas cosas que nos generarían bienestar y felicidad.

 

Por tanto, hay que entrenar el cerebro para que se fije en lo POSITIVO. Y esto es una decisión que implica trabajar nuestra ACTITUD ante la vida.

 

? Reflexión: Cada día decidimos si ponemos nuestro foco de atención en los momentos de disfrute (ese café/infusión al iniciar el día, la música que escuchamos en el “atasco”, etc.) o en las pegas (tener que madrugar, atasco, etc.).

 

? Herramienta: Vamos a empezar con algo sencillo. Para esta semana, te propongo:

Al acabar el día: piensa en 3 sencillos momentos que hayas DISFRUTADO y, al menos durante unos días, apúntalo en tu cuaderno.

 

Contenido complementario: Víctor Küppers La Actitud (5 min)

 

Me encantará que me vayas contando cómo te va con este sencillo reto semanal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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