Nuestro diálogo interno tiene mucho poder en nosotros. Hay personas que sin darse cuenta, son sus “peores enemigos”. ¿Te dices frases del tipo…?:
“Soy un desastre”, “otra vez lo he hecho mal”, “no voy a conseguirlo”, “es que yo no valgo para eso…”, “soy así y no puedo cambiar”, “normal que nadie se fije en mí”, “soy un caso perdido”…
Nuestras creencias sobre nosotros mismos DETERMINAN nuestra capacidad para avanzar, superar retos y alcanzar objetivos.
El tema de las creencias es muy muy profundo y potente, así que, si sientes que tienes un problema importante en este sentido, te invito a que lo trabajes con un profesional (los coaches tenemos mucha experiencia en este ámbito).
Ahora, si ese no es tu caso pero te vendría bien mejorar tu autoestima, sigue leyendo…
? Reflexión: Cómo nos vemos, hablamos y valoramos a nosotros mismos tiene un gran impacto en nuestro estado de ánimo cotidiano.
? Herramienta: ¡Seguimos con la “Regla del 3”! Para esta semana, te propongo:
Al acabar el día: escribe 3 cosas que hayas hecho de las que te sientes SATISFECH@
Próxima semana: cerramos este ciclo. Me encantará que me cuentes qué te está pareciendo.
Estamos viviendo tiempos muy intensos y complicados.
Para afrontar en positivo esta pandemia provocada por Covid-19, es necesario parar un instante, respirar hondo, soltar nuestra emoción, identificar nuestras creencias limitantes, tomar perspectiva, valorar la situación y…
¡ENFOCARNOS EN SOLUCIONES!
Hace muchos, muchos años, un profesor me enseñó el refrán: “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Me resultó curioso, pero no recuerdo haber decidido en aquel momento integrarlo en mi vida…
Tiempo después, un jefe me dijo: “uf!, Carolina, das demasiada información, dime sólo lo que yo necesito saber”. Eso sí que era bueno, aparecía el objetivo de “adivinar” la información que un “otro” puede necesitar de un tema concreto… y vi con claridad que dependía de mí conseguir que mi jefe, mis colaboradores, mis compañeros, clientes, proveedores, etc. recibieran el mensaje que yo quería transmitirles.
Y me puse “manos a la obra”. A partir de ese momento, cada vez que escribía un mail o un informe, me preguntaba a mí misma, como si de un juego se tratara, “¿puedo decirlo con menos palabras? ¿el destinatario necesita toda esta información o sobra algo?” Y borra que te borrarás, fui puliendo mi comunicación escrita haciéndola más concisa, directa y práctica…
Y esas siguen siendo ahora mis consignas, por tanto, cuando leas mis escritos en esta web, recuerda que ese es mi OBJETIVO. No pretendo transmitir conocimientos profundos y sólidos, ni entretener durante largo tiempo.
Mi objetivo es, sencilla y llanamente, aportarte un texto de forma asequible y clara, que pueda resultarte inspirador y útil para tu vida.
Imagen: Por cortesía de PhotosLuigi diamanti/Freedigitalphotos.net
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay personas que siempre consiguen lo que se proponen?
Muy sencillo, porque definen muy bien sus OBJETIVOS y sus PLANES DE ACCIÓN.
Ahora que se acerca un nuevo año, te invito a que te plantees las siguientes preguntas:
En el año que ha terminado: ¿qué objetivos me propuse? ¿cuáles alcancé y cuáles no?. Y los que no alcancé…
Ya ves, sólo contestando a estas preguntas obtendrás mucha más información sobre ti mismo que enganchándote al “debería haber hecho…”, “tendría que haber hecho…” bastante habituales en las revisiones personales de final de año.
Sí, esto es básico para tener éxito en lo que nos propongamos. Sigue leyendo y ya verás lo lógico y útil que te resulta…
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