A punto ya de empezar las vacaciones escolares, imagino que como madre/padre vives estas fechas con mezcla de sentimientos. A mí me pasa.
Por un lado, la Navidad es un tiempo mágico (la publicidad se ocupa de recordarlo a todas horas y en todas partes), especialmente para los niños. Es fascinante ver su cara de sorpresa, emoción y disfrute.
“Mira mamá, las luces”. “Papá, yo quiero la moto que anuncian en la tele”. “¿Cuándo vienen los Reyes Magos?…
Por otro lado, a nosotros, sus padres, su energía nos desborda y vemos aumentar nuestra ya larga lista de tareas (compras, organización de eventos familiares, planes con los niños, etc.). Combinar trabajo y vacaciones escolares es en ocasiones tarea complicada y tememos empezar el nuevo año agotados por el sobreesfuerzo y la intensidad de estas fiestas.
Por eso, te invito a pensar un poco en ti y reservarte un tiempo especial. Un tiempo para renovar tu energía, liberar tensiones y aprender técnicas que te ayuden a conectar mejor con tus hijos, cuidándote a la vez que les cuidas a ellos.
¿Te parece imposible?. ¡Ven y verás! ¡Otros padres ya lo están practicando!