“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”

“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”.

“En la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fue,
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias,
no he gemino ni llorado.
Ante las puñaladas del azar
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos,
acecha la oscuridad con su horror,
no obstante la amenaza de los años
me halla y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuán recto haya sido el camino,
ni cuántos castigos lleve a la espalda,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.”

William Henley

Nelson Mandela es un gran ejemplo de la fuerza que tiene nuestra mente y concentrar nuestra energía en un objetivo claro
Para él durante muchos años fue sobrevivir, y después, construir un país dejando atrás el odio y la venganza, basado en la libertad, la democracia y una convivencia en armonía…

Sí, ya ves, es posible. Centrando nuestra energía mental en lo que realmente deseamos en la vida, obtendremos resultados absolutamente sorprendentes… ¿Te atreves?.

Mi selección de frases inspiradoras de Mandela:

  • ♦ Siempre parece imposible hasta que se hace.
    ♦ 
    No hay nada como volver a un lugar que parece no haber cambiado para descubrir en qué cosas has cambiado tú mismo.
  • ♦ La mayor gloria en la vida no consiste en no caer, sino en levantarnos cada vez que caemos.
  • ♦ Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades.
    ♦ El perdón libera el alma, elimina el miedo. Por eso es una herramienta tan poderosa.
  • ♦ Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra.
    ♦ La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo.
  • ♦ La honradez, la sinceridad, la sencillez, la humildad, la generosidad sin esperar nada a cambio, la falta de vanidad, la buena disposición para ayudar al prójimo (cualidades muy al alcance de todo ser) son la basa de la vida espiritual de una persona.

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